Uno de los valores más importantes para todo scout es apoyar a su comunidad y eso fue lo que hizo Quinn Roney, pero no contaba con que su iniciativa se volvería todo un éxito y, además, viral.
Este niño canadiense de 12 años decidió utilizar su impresora 3D para crear «protectores auditivos» con el fin de que el personal médico pueda usar máscaras faciales todo el día sin experimentar dolor de oídos al final de sus jornadas. La idea es brindarles un poco de comodidad en medio de su lucha contra el Coronavirus.
Todo comenzó por una publicación en Facebook de una enfermera local en la que decía que esperaba que alguien creara un dispositivo para aliviar la presión sobre sus oídos.
Quinn buscó prototipos en línea y empezó a hacer engranajes con impresión 3D. Dado que el chico es un apasionado de la tecnología, recibió la impresora como obsequio y quiso usarla para lograr su objetivo. Le dio el prototipo a una enfermera, amiga de la familia, para que lo probara y le ayudara a ajustar el diseño para hacerlo más efectivo.
El éxito llegó cuando su madre publicó una foto de Quinn posando orgullosamente con su informe de boy scout y una variedad de dispositivos destinados para apoyar al personal de salud que libra la batalla del COVID-19.
El dispositivo va detrás de la cabeza y tiene ganchos que se unen a las correas de una máscara por lo que ayudan a quitar la presión de la parte posterior de las orejas. Es muy simple, pero increíblemente efectivo.
Esta creación también favorece a quienes tienen defectos de nacimiento que afectan sus oídos, incluso a quienes han perdido un oído o tienen desfiguraciones por accidentes y no pueden usar máscaras de la manera común.
El eco que ha generado esta labor ha hecho que la familia reciba solicitudes no solo de hospitales canadienses, sino también de Estados Unidos, Reino Unido e incluso Singapur.
Quinn se unió a los scouts cuando tenía 5 años, ha ganado varias insignias y actualmente se esfuerza para ganar el premio de jefe scout.